ORGANIZACIÓN
DEL ARCHIVO EN EL PERIODO ROMANO
No se conocen fuentes literarias ni legislativas
que nos permitan acercarnos a la archivística de época. Sin embargo, a través
de los pocos vestigios que nos han llegado se puede llegar a conocer como
organizaban los documentos.
Los documentos iban siendo depositados separando
las funciones a las que correspondían dichos documentos o a las distintas magistraturas,
así no se mezclaban las distintas funciones.
Esa sucesión de documentos formarían lo que conocemos como
series. En algunas casas los documentos de un mismo magistrado durante
un periodo de gobierno se unían formando un códice al que
se le añadía el nombre del magistrado al que correspondía
esa documentación y el nombre del encargado del archivo que lo había
recibido. Podían llevar o no un orden cronológico, pero todos
los documentos generados durante al ejercicio de su cargo permanecían
juntos. Se seguía el procedimiento de procedencia institucional
de los documentos. No tenían conocimiento de que estaban sentando
las bases de la ciencia archivística.
En la mayoría de archivos, se formaban rollos con estos documentos
y cada uno de estos rollos se depositaba en los estantes de las galerías.
También es posible que se guardaran en unas cajas cilíndricas
de madera que recibían el nombre de SIRINIUM, más cómodo
para desplazamientos.
PERSONAL DEL ARCHIVO
Aunque el responsable del archivo era el tabularium
había muchas
personas que trabajaban a su alrededor. Los encargados del archivo eran
de la jerarquía más alta del orden ecuestre y se rodeaban
de estos personajes que eran grandes conocedores del derecho.
Normalmente los responsables del archivo eran cargos
que duraban 2-3 años.
Sin embargo, las personas que trabajaban en el archivo tenían cargos
vitalicios ya que tenían mucha experiencia y era más conveniente
tener a las personas que dominaban la profesión.
COMUNICACIÓN DE LOS DOCUMENTOS
Los archivos son públicos y cualquiera puede acceder a ellos, pero
nunca un documento podría salir del archivo, sino que lo que se
hacía era expedir una copia certificada (con el mismo valor que
un original) con una fórmula de validación y con los datos
de ubicación del original.
La fórmula de autentificación con que se finaliza el documento
era: “Scriptum et recognobi” Trasladado y cotejado del original |